Un accidente automovilístico convirtió a Pal Szekeres en el único atleta medallista olímpico y paralímpico



| POR: Diario Enfoque |
Sabado, 28 de Agosto de 2021

Los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 traen consigo un sin fin de historias. Una de ellas es la del húngaro Pal Szekeres, un deportista que es el único en el mundo en ganar medallas en unos Juegos Olímpicos y después en Paralímpicos. El esgrimista ganó el bronce en Seúl 1988 en la modalidad de Floretes por equipos. Tras un accidente automovilístico, Szekeres tuvo que utilizar una silla de ruedas. Lejos de ser un impedimento, siguió su carrera deportiva sumando seis preseas más, tres de ellas de oro y tres de bronce, ya como atleta paralímpico. Su historia Pal Szekeres nació el 22 de septiembre de 1964 en Budapest, Hungría. El deporte pronto le llamó la atención y la esgrima fue su elección. "Ví un cartel frente a la casa de mi abuela, donde el departamento de esgrima de la Dózsa Újpest anunciaba una audición; los interesados podían conocer a la campeona mundial de esgrima Ágnes Simonffy Tóth. Aproveché, me uní a los entrenamientos, aprendí lo básico en Mária Horváth, pasé ‘de la mano’ de Sándor Beliczay en otoño de 1976, quien me ayudó hasta el final de mi carrera como deportista", declaró en una entrevista para el Comité Paralímpico de Hungría.

La primera vez que contendió en los Juegos Olímpicos fue en la edición de Moscú 1980, en donde tuvo una mediana participación. Cuatro años después, para Los Ángeles 1984, Szekeres y su delegación no pudieron participar debido a cuestiones políticas y pese a ser seleccionados para contender en el evento. En Seúl 1988, el húngaro y sus compañeros István Busa, Zsolt Érsek, Róbert Gátai e István Szelei pudieron competir y subir al podio para colgarse el metal del tercer lugar. 1991 y el accidente Pal Szekeres continuó su preparación para el siguiente ciclo olímpico, Barcelona 1992 era el objetivo para el entonces deportista de 27 años. Lamentablemente, en 1991 sufrió el accidente que le daría un gran giro a su vida. De regreso a casa tras disputar el Campeonato del Mundo de Esgrima de Budapest, el vehículo donde viajaba con sus compañeros se volcó en Regensburg. El atleta salió volando por el parabrisas y cayó en el campo ubicado en esa zona. Aunque fue trasladado al hospital en helicóptero, tenía la columna vertebral rota y graves heridas.

"No es nada fácil aceptar que uno se ve obligado a cambiar contra su voluntad. A los 27 años estaba acostado en la cama del hospital con la columna rota, dándome cuenta de que este era el otro extremo de la vida. Un atleta nacional es dinámico, todos sus músculos y coordinación funcionan a la perfección, representa un símbolo de salud, y luego se apagan dos tercios. Era como cuando el bebé estaba aprendiendo a caminar, solo en silla de ruedas. Vestirme solo, levantarme de la cama, comer solo, mis actividades diarias habituales fueron diferentes", aseguró. La depresión se volvió en su compañía. Szekeres tuvo una rehabilitación de siete meses en los que atravesó terapias para superar los pensamientos suicidas que lo invadieron durante el tiempo de recuperación. El triunfo del accidente El húngaro había ganado el Campeonato y con eso su boleto a Barcelona 1992 estaba garantizado, pero tras estar recuperado solicitó un cambio en la modalidad y pasar de Olímpicos a Paralímpicos. Fue así como representó a Hungría en los Paralímpicos de Barcelona 1992 y obtuvo la medalla de Oro en Florete, en la modalidad individual.

El húngaro es esgrimista y participó en los Olímpicos de Seúl 1988 para después hacer su ciclo como paratleta.

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